miércoles, 24 de marzo de 2010

Nada*

Diametralmente opuestas
En esta vida de mentiras
Pero tus manos me atraen
Como arañas a la muerte
Y mi muerte es cercana
Porque faltan tus palabras
En mis oídos sordos
Aunque ya estaba escrito
Como Apocalipsis en la biblia
Que nunca te conocí
Nunca te he conocido
Quizás por eso te sueño cada noche
Y te lloro cada mañana
Esperando que llegues
Y muevas mis entrañas
Llenas de mariposas muertas
Y colores marchitos

domingo, 7 de marzo de 2010

Amo los refranes, dichos y frases armadas (cosas que pasan)

Hoy me invento una pena de amor. Prendo la radio y pongo la banda sonora del despecho mientras corto las flores que llevaré a la tumba del amor fallecido, porque es necesario cantarle al desamor hasta el desmayo y después ponerle una lápida de acero para que los fantasmas no vuelvan a salir. Suena: “Lo que haría, porque estuvieras tú…” y en mi cabeza mil imágenes creadas como una película dramática donde el final es funesto y real. Hoy una lágrima escandalosa cae por mi mejilla, solitaria y forzada y mi alma sangra por esa que me dejó rogando por sus miradas (ella es hermosa, y en mi creación me permito soñar con lo inalcanzable). Hoy lloro y canto, escucho la 88.1 porque mi afición por lo antiguo y cursilero alcanza límites impensados y vergonzosos. El histrionismo aflora y resulta que soy Camilo Sesto, Raphael y Sandro, Rocío Jurado o Leo Dan. Hoy es domingo y no paseo por las calles amarrada a tu mano ni a tu corazón, si no que miro el techo buscando el momento en que me dijiste adiós, lo encuentro y le entierro los dedos hurgando en su existencia para hacerlo desaparecer. Hoy ya he llorado bastante, pero te dejo atrás y sueño con la nueva que vendrá.

sábado, 30 de enero de 2010

Vacaciones (o desapariciones)

Y resulta que llegan las esperadas vacaciones y con ellas llega un raro suceso colateral: Las Desapariciones. Todo el año puedes estar incomunicado, no verte con los demás, con concertar citas, encuentros, reuniones, no entrar a los canales de comunicación más frecuentes, vivir solo tu vida (lo mismo los demás), pero siempre está la certeza de que duermes en tu cama, vas a tu lugar de trabajo o de estudio, tomas el metro, la micro, caminas por las callecitas de Santiago y respiras el mismo aire. No así en vacaciones, donde los rumbos son tan diferentes e inesperados que no sabes donde despertarás mañana. Los amigos desaparecen, la familia, las señales, la comunicación y lo único que crece es la añoranza...

Y yo sólo espero que llegue marzo para desestresarme del verano, dejar de desaparecer , ver a mi gente amada, y ordenar mi vida.

martes, 26 de enero de 2010



[A veces quiero ser Bob Dylan]

jueves, 21 de enero de 2010

Y yo sólo quiero saber

¿¡Quién se robó el otoño!?

viernes, 15 de enero de 2010

Algo se quebró

Algo se quebró allá afuera y yo que no quiero salir, lo hago. Algo se quebró, y me di cuenta cuando estaba enterrado en mis pies descalzos, cuando me dolía y me hacía daño. Yo no sé cuando pasó, ni quiero saberlo, es mejor aceptar que buscar explicaciones que me harán llorar. Algo se quebró y no tiene reparación alguna, se murió, se pudrió, se acabó. Mamá, algo se quebró allá afuera: Me ayudas a barrerlo?

miércoles, 13 de enero de 2010

Palabras incomprendidas (o caos)

El debate se cierra en su momento cúlmine. Las tesis no se escuchan y menos se entienden en el caos mental de las mañanas ebrias, cuando las legañas cierran forzosamente los ojos del (no) vidente involuntario y el cerumen cae a borbotones por los oídos taimados ante las palabras mudas de la razón. La virgen no distingue el color de la verdad y se revuelca en su miseria mientras los peregrinos esperan la absolución o la paz transitoria para salir a trotar por la plaza abandonada de árboles azules o grises. Los columpios marean la conciencia y hacen vomitar el bolo transparente o bilis ácida proveniente de la bulímica úlcera interna que se calma con la teta de la vaca o la pastillita milagrosa







-Y nadie entiende-


-Y nadie quiere entender-


-Y nadie entenderá-